En El brote imagino a un actor que “cuenta” al detalle la puesta en escena y que interpreta a todos los personajes que, como también son actores, a su vez interpretan distintos personajes. Un personaje que interpreta a otro que está actuando. El personaje de Beto apareció comopor arte de magia, con todas sus mañas, sus subjetividades y su sensibilidad. De ahí en más fue indagar, empezar a desconfiar de este tipo y ver hasta dónde era capaz de llegar.
Emiliano Dionisi
El brote va mucho más allá del tema teatral. Conecta el teatro con los roles sociales que desempeñamos en nuestras existencias. Refiere a uno de los males o enfermedades de la contemporaneidad: la insatisfacción crónica. Se pregunta por el abismo de lo posible, por el asomarse a la locura de la caída, por la pérdida del límite: ¿hasta dónde podemos llegar? La furia de Beto, su irracionalidad incontenible, aproximan esta historia a una variación de los “relatos salvajes”.
Jorge Dubatti
En El brote imagino a un actor que “cuenta” al detalle la puesta en escena y que interpreta a todos los personajes que, como también son actores, a su vez interpretan distintos personajes. Un personaje que interpreta a otro que está actuando. El personaje de Beto apareció comopor arte de magia, con todas sus mañas, sus subjetividades y su sensibilidad. De ahí en más fue indagar, empezar a desconfiar de este tipo y ver hasta dónde era capaz de llegar.
Emiliano Dionisi
El brote va mucho más allá del tema teatral. Conecta el teatro con los roles sociales que desempeñamos en nuestras existencias. Refiere a uno de los males o enfermedades de la contemporaneidad: la insatisfacción crónica. Se pregunta por el abismo de lo posible, por el asomarse a la locura de la caída, por la pérdida del límite: ¿hasta dónde podemos llegar? La furia de Beto, su irracionalidad incontenible, aproximan esta historia a una variación de los “relatos salvajes”.
Jorge Dubatti
